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PROYECTO BÁSICO Y DE EJECUCIÓN

 

FECHA DEL PROYECTO:

2004

 

FECHA FINALIZACIÓN OBRA:

2011

 

PROMOTOR:

Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira

 

AUTORES DEL PROYECTO:

César Portela Jardon;

Antonio Barrionuevo Ferrer;

Julia Molino Barrero

 

EMPRESA CONSTRUCTORA:

FCC (Fomento de Construcciones y Contractas)

 

P.E.M. Ciudad de la Cultura

25.682.120,92 € 

 

SUPERFÍCIE CONSTRUÍDA: 

Biblioteca 8.559,90 m²      

Auditório 6.183,15 m² 

El nuevo Centro Cultural de Alcalá de Guadaíra será una dotación de relieve pensada no sólo para la ciudad sino para lograr una amplia proyección, como lugar de referencia hacía el exterior.

 

A ello contribuye, además de su capacidad para acoger un amplio programa de actos: conciertos musicales, representaciones operísticas y teatrales, celebración de seminarios y clases de música, taller de pinturas, Biblioteca, hemeroteca, etc., su singular emplazamiento en las faldas norte y sur del cerro de la fortaleza-castillo y asentado sobre las terrazas creadas entre sus flancos y dominando las riberas del Guadaíra ofrece la ocasión de un singular proyecto.

 

Como principio compositivo del proyecto se ha tenido en cuenta el integrar los nuevos volúmenes, con las espléndidas arquitecturas existentes en este privilegiado paisaje, que singulariza Alcalá de Guadaíra.

 

Así se ha optado por estructurar el Centro Cultural en dos áreas bien diferenciadas: en la vertiente norte, caracterizada por el perfil del castillo y de las murallas de la ciudad vieja, se han situado la sala auditorio y el Conservatorio, dispuestos lo más cercano al caserío para dejar inalterada la punta de la vertiente sobre la que la Alcazaba se asienta. La Biblioteca Central se sitúa al píe del arrabal “barrio del Águila”, entre la cuesta de acceso y la ribera sur del río Guadaíra.

 

Los volúmenes necesariamente mas adustos y potentes del Auditórium, quedan encajados con los más agrestes de los lienzos de muralla, farallones y torres defensivas, quedando así vinculados visualmente al perfil del castillo; mientras que los más fragmentados de la Biblioteca  con sus torres-depósitos, patios y lucernarios, componen una arquitectura de perfiles más fragmentarios en concordancia con la composición de volúmenes cúbicos de las casitas del arrabal. 

 

Ambos conjuntos se relacionan con el casco urbano desde el ingreso a sus áreas acotadas y ordenadas como jardines, y entre sí, por el paseo ribereño que se propone formar y por el enlace directo que ofrece la recuperación del paso en túnel del antiguo ferrocarril Sevilla – Alcalá de Guadaíra – Carmona, para un posible transporte público futuro.

 

Como ordenación complementaría, no incluida en este proyecto, se sugiere ordenar la parcela bajo el talud ferroviario, mas en contacto con el caserío y vía urbana de enlace con los puentes de cruce del Guadaíra, como un jardín bajo el cual se propone un aparcamiento subterráneo y la conversión del actual talud en una estación elevada, caso de hacerse realidad el proyecto de extender el transporte público metropolitano, -metro-, desde Sevilla hasta Alcalá, reutilizando el antiguo trazado por el túnel existente bajo el cerro del castillo y emplazándose otra parada en la antigua estación desaparecida popularmente conocida por el “tren de los panaderos”.

 

 

AUDITORIO

La  cercanía al núcleo histórico del casco urbano permite que esta edificación  institucional  albergue,  con coherencia,  los  diferentes  servicios públicos  que  componen  el  programa  de  usos  del  Centro  Cultural:

 

La gran sala auditorio, con una capacidad para más de 900 espectadores, la sala de conferencias de 200 plazas,  la sala de exposiciones y el Multiusos,  con  sus  salas  de reunión,  conferencias,  seminarios  y los correspondientes locales para la administración y dirección del centro constituyen un entramado cultural de gran entidad.

 

Dispone este centro de un gran hall de entrada y de descanso entre  actos a dos alturas,   guardarropa  y  cafetería.  Al  exterior  del  mismo  ocupando una grieta  entre  el  edificio  y  la  montaña,  los  jardines,  así  como  una  sala excavada en el interior del cerro, óptima para recitales de flamenco en analogía con las habitaciones-cuevas de las casas del arrabal de Alcalá de Guadaíra,  cuna  de  determinados  modos  y  palos flamencos como las soleares de Alcalá.

Los jardines se extienden por toda la plataforma, situada a cota con el edificio, generando un espacio público de una gran riqueza, que,  por un  nivel  intermedio  entre  el nivel  del  río  y  el del castillo,  constituye un mirador excepcional para disfrutar  de la visión de ambos y del vasto paisaje que constituyen las márgenes  del  río.  En estos jardines que se conciben  en  línea  con la más  pura  tradición  árabe,  tendrán  cabida  todo tipo de espectáculos y celebraciones, y serán un lugar al que acudan con frecuencia los vecinos de Alcalá y los visitantes a contemplar la singular belleza que rodea y caracteriza Alcalá de Guadaíra.

 

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