Supone una obra de rehabilitación y conservación, al mismo tiempo que la transformación de las diversas partes de la antigua Casa-Palacio Páez de la Cadena para estructurar este conjunto edificado adaptado al nuevo programa requerido servicios administrativos del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda.

 

Así, en primer lugar la transformación de la condición de recinto privado del antiguo Palacio en condición de servicios abiertos a los ciudadanos que debe ofrecer un ayuntamiento, inspira la apertura a la ciudad del conjunto, con una mayor dotación de entradas situadas en puntos estratégicos del jardín y la corrección del trazado de algunos de sus caminos interiores para establecer unos itinerarios de paso entre las distintas zonas del barrio de Sanlúcar a través del jardín y del nuevo pasaje abierto entre los jardines de levante y de poniente.

 

Este pasaje se organiza en el lateral de la casa, renovándose a al efecto la plana baja, suprimiendo las estancias de fachada a ambos jardines y el primer tramos de la Torre, lográndose un itinerario de paso público abierto a través del antiguo patio medianero de servicio, que se convierte ahora en un compás de entrada para la nueva puerta de esta sección del Ayuntamiento.

 

Centrados en el patio, destacamos en primer lugar si nuevo papel funciona, como lugar de dominio del público. Por ello, las galerías dotadas de bancos, se han acondicionado como lugar de espera y estancia, abriéndose en sus muros perimetrales las ventanillas de los servicios generales que las requieren.

 

Uno de los temas formales fundamentales que se introducen para la actual renovación de la Casa-Palacio, es el cierro de acero y cristal para el acondicionamiento de las galerías bajas del patio, una vez recuperado tras la demolición de la tabiquería que se construyó alojada en los ejes de cada vano de columnas, rematada con ventanales de medio punto de madera y cristal adaptados a los arcos, que impedían su plena visión reduciendo la entrada de luz natural.

 

Para el proyecto de este transparente y liviano cerramiento, en primer lugar se ha desestimado la idea de cubrir el patio con un techo de cristal, por ser la montera un elemento perteneciente a la cultura arquitectónica decimonónica siendo este amplio y proporcionado patio un recinto exterior en el interior de la casa, como es el modelo de patio barroco. Por ello nos interesa conservar del patio su carácter de espacio exterior, y así el cerramiento se ha dispuesto como elemento vertical ajustado a la planta baja, o sea desde la base del patio a su cornisa.

 

Una segunda consideración ha sio el desplazar el nuevo cerramiento de los ejes de las arcadas para que no interfiera con la arquitectura existente, trazándose el mismo en paralelo y al exterior de los arcos para conservar las galerías intactas y plenamente visibles desde su interior.

 

El cerramiento propuesto es muy liviano y se compone de dos pares a semejanza del orden del patio: la baja coincidente con la columna que es un plano de cristal cuyos módulos extremos se aben dejando libres las esquinas, para en el bien tiempo conectar las galerías con el centro abierto al patio. Y  la alta, como los arcos, que se resuelve con unas amplias lamas de cristal que impiden la entrada de agua de lluvia, permitiendo al mismo tiempo la aireación y ventilación constante. Estas lamas que se disponen en conjunto como un plano ligeramente inclinado, sin apenas carpintería intermedia, están inspiradas en la forma tradicional de los paños de las monteras.

 

El centro del patio que así al aire libe, y su tratamiento; suelo de piedra de Tarifa en contraposición con el suelo de mármol de las galerías, la introducción de vegetación características de los patios con plantas de sombra, la pequeña fuente-surtidor de desarrollo horizontal y superficial para mantener la hegemonía del pozo y su brocal; es el de un jardín exterior que recuerda a un invernadero, de ambiente fresco y apacible.

 

Con el objeto de restañar las mutilaciones producidas en la transformación de esta casa en la parte del Palacio que ha recibido los usos del Servicio domestico, con soluciones estrictamente funcionales, la intervención actual también alcanza a una de las fachadas: en concreto el alzado del jardín de levante.

 

Así los cuatro portalones de dos hojas que se abrieron para la instalación de la cochera de carruajes se suprimen, y se vuelve a establecer la continuidad rota del muro, base de la fachada.

 

En cuanto a la forma que adoptan las nuevas ventanas para la iluminación de la sala de la planta baja recuperada, se pretende dejar constancia de s condición de nuevas, y por ello su escala conserva la mayor amplitud que se requiere para la correcta iluminación de los nuevos espacios de trabajo, aprovechando el adintelamiento del muro actual.

 

También su geometría, se inserta con la precisión de un simbolo. El círculo está en la base de la composición de los arcos, extendido en la resolución de las fachadas del palacio interior, adoptando  viejos símbolos de la cultura mudéjar.

 

La mejora de la porción del muro transformado, constitutivo de un lienzo integrado de fachada, por tanto concebido como elemento hermético, devuelven definitivamente la cohesión y la unidad a la casa.