La nueva Estación Terminal de Ferrocarril de Cádiz tiene su ubicación en un lugar definido espacialmente por los baluartes de Muralla de la Ciudad, la Marquesina de la Antigua Estación y  la Bahía.

La solución que aquí se presenta tiene en cuentas estos elementos, los considera y los respeta. El volumen de la nueva marquesina, situado próximo a la Antigua, que una vez rehabilitada constituirá un espacio público cubierto, constituye a su vez un único espacio abierto, de gran entidad,  50 x 210 m de lado y 13m de altura, que será en el futuro un nuevo y emblemático Salón Urbano.

Constituye a la vez el centro del nuevo complejo edificatorio, que también contempla en superficie: viviendas, comercios y hotel, y aparcamiento en la planta de sótano. Flanqueando este espacio se ubican el Hall de acceso, situado bajo el futuro hotel, las oficinas de Renfe bajo los edificios de viviendas y comerciales y locales de negocio que la cierran por su cara de Poniente, pero dejando vistas al Parque Público provisto entre la Estación y los Baluartes de la Muralla, y a los que se abre las vistas  de la cabecera y el fondo de los andenes.

Tanto los cierre laterales y verticales como la cubierta están construidos en estructura metálica que se cierra con vidrio o chapa también metálica según los casos: de acero y vidrio los verticales, el forro interior de la cubierta y los lucernario y se emplea la piedra de Sierra Elvira en revestimiento de zócalos y solado de los andenes y vestíbulo. El factor determinante de este este espacio además del volumen y las proporciones, es la luz que penetra a través del sistema de lucernarios, dispuestos en la cubierta, y los grandes ventanales laterales que se abren al Parque próximo, a través de los cuales se contempla  éste, y, detrás los Baluartes, elementos determinantes del conjunto histórico.

El contrapunto que se establece entre la ciudad-fortaleza abaluartada de sólida fábrica pétrea y la estructura metálica, ligera, acristalada, y transparente, con el Parque de por medio, constituye la esencia tipológica, formal y constructiva de la presente solución, que expresa así la diferencia funcional, y la distancia en el tiempo que separa ambos proyectos, y que ya se apuntaba entre el volumen de la Antigua Estación y la Muralla, que ahora  se manifiesta con rotundidad.

El proyecto no renuncia  a ser una obra de vanguardia, tanto por su lenguaje constructivo, ya que emplea el hierro y el acero, por su vinculación histórica con la arquitectura ferroviaria, como por su lenguaje formal y espacial, pero a la par muy respetuoso con la Historia de la Ciudad de Cádiz, y también y sobre todo con los futuros usuarios por su funcionalidad y riqueza espacial, y por su fácil conservación y garantía de mantenimiento.